La sociedad del siglo XXI es una sociedad global, cambiante, posmoderna y multicultural denominada por ciertos sectores de la información, del conocimiento, o de la cultura. Independientemente de estas diferencias conceptuales, lo verdaderamente cierto es que demanda individuos altamente preparados capaces de desenvolverse en diferentes contextos, de aceptar y convivir con diferentes modelos culturales.
Los nuevos enfoques educativos promueven aprendizajes integradores y a lo largo del ciclo vital, conscientes de la necesidad de formación permanente que necesita el individuo para ir adaptándose ágilmente al carácter cambiante e introducen en el currículum términos como competencia, destreza, habilidad. Pero, ¿A qué llamamos individuos competentes? ¿Cómo podemos definir el término competencia? ¿La formación en competencias es efectiva? ¿Los aprendizajes basados en el adiestramiento de habilidades y destrezas mejoran la competencia?
Breve historia sobre el término competencia.
El término Competencia no es un término moderno. En la década de los 50, R.H.
White, afirmaba “el individuo necesita interactuar con el entorno por lo que se vale de ciertos mecanismos de acción (competencia)”.
N.Chomsky, (1965) introdujo un nuevo concepto de Competencia denominado competencia- desempeño que ha sido sometido a distintos desarrollos, a veces criticado por su racionalismo y otras veces especificado por su contenido abstracto, pero que de una manera u otra influirá en todos los desarrollos posteriores de este concepto.
Howard Gardner (1983) en su teoría de la inteligencia múltiple señala que no existe una inteligencia única en el ser humano, sino una diversidad de inteligencias que marcan las potencialidades y acentos significativos de cada individuo, trazados por las fortalezas y debilidades en toda una serie de escenarios de expansión de la inteligencia. Estas potencialidades y acentos significativos están muy relacionados con el concepto de competencia.
Actualmente, el término ha adquirido una mayor relevancia debido a los estudios comparativos que sobre conocimientos y destrezas de los alumnos de 15 años, ha desarrollado la OCDE. Los informes PISA del 2000-2003 y 2006 buscan evaluar hasta qué punto los jóvenes pueden usar las habilidades y conocimientos adquiridos para enfrentarse a los retos de la vida adulta. Las pruebas están divididas en Áreas de Conocimiento (Lectura, Matemáticas y Ciencias) y estructuradas en: Competencias que necesitan ser ejercitadas, Contenidos que deben haber sido asimilados y Contextos en los que se aplican las competencias y los conocimientos.
En la evaluación de cada una de las tres áreas se tuvo en cuenta que el estudiante necesita de un rango más amplio de competencias para alcanzar el éxito. Así se estableció el Proyecto de Definición y Selección de Competencias (DeSeCo). En éste colaboraron expertos en varias disciplinas. Definieron competencias en tres grandes categorías:
v Usar herramientas de manera interactiva (lenguaje, tecnología, etc).
v Interactuar en grupos socialmente heterogéneos (relacionarse bien con otros, habilidad de cooperar y de manejar y resolver conflictos)
v Actuar con autonomía (formar y conducir planes de vida y proyectos personales, afirmar derechos, intereses, límites y necesidades).
En España, la Orden de 9 de mayo de 2007, del Departamento de Educación, Cultura en su Anexo I titulado “Competencias Básicas” analiza y conceptualiza ocho competencias que el alumno debe de haber adquirido al finalizar su Educación Obligatoria con la finalidad de conseguir una integración de los aprendizajes adquiridos, tanto formales como informales y la utilización de dichos aprendizajes de manera efectiva en diferentes situaciones y contextos. Dichas competencias son: Competencia en comunicación lingüística Competencia matemática. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico. Tratamiento de la información y competencia digital. Competencia social y ciudadana. Competencia cultural y artística. Competencia para aprender a aprender. Autonomía e iniciativa personal .
El Término competencia y su clasificación.
El término competencia, utilizado igualmente para hablar de individuos que alcanzan metas como a grupos que consiguen objetivos importantes a través de un aprendizaje en la resolución de problemas, abarca distintas aproximaciones teóricas y diferentes marcos conceptuales.
Los modelos psicométricos de inteligencia, del procesamiento de la información y el modelo de Piaget de desarrollo cognitivo, utilizan el término Competencias Cognitivas Generales. Estas competencias son definidas por Weinert como “habilidades intelectuales generales con diferencias fuertes y estables entre los individuos”. Incluyen los proceso mentales que un individuo necesita para desenvolverse en diferentes contextos y para adquirir el conocimiento necesario que les capacite a dominar diferentes tareas y obtener una buena realización. Este concepto amplio de competencia se transforma en una paradoja. Es una ventaja puesto que abarca cualquier condición mental presente en el desempeño individual, pero también es una desventaja ya que aún no existe una clasificación complementaria y una integración del desempeño específico de la habilidad y el conocimiento.
Las Competencias cognitivas especializadas denominadas también competencias aprendidas, se refieren al aprendizaje necesario para conseguir el desarrollo de una destreza determinada. Estas competencias se desarrollan con la práctica rutinaria para la adquisición de redes mentales de conocimiento específico. “En ellas está muy presente el conocimiento de la materia, la experiencia y la rutina de acción automática que se deben controlar en un nivel de conocimiento alto.”( Patel, Kaufman y Magder, 1996).Este enfoque supone una ventaja sobre la definición de competencia centrada en habilidades puesto que puede realizarse un análisis sobre las características necesarias para el aprendizaje del desarrollo de la destreza. (Leplat, 1997).
White, relacionó la competencia con la necesidad intrínseca del ser humano de buscar las capacidades necesarias para ser eficaces en la sociedad que les envuelve. Esa necesidad intrínseca, la denominó “motivación para ser efectivo”.
Los modelos de concepto de sí mismo, consideran que el nivel de confianza en la competencia personal es consecuencia de los esquemas interpretativos adquiridos a través de la experiencia de su competencia en situaciones de logros, los motivos de los logros y las creencias de control personal. “Las creencias de control personal incluyen el grado hasta el cual la persona se experimenta como la causa de acciones y de resultados de acciones y el estilo de atribución- las explicaciones personales del éxito y el fracaso” (Franz E.Weirnet, p.102).
Los modelos de competencia de acción diferencian entre competencia de acción individual y competencia de acción social, centran el interés en el éxito de una diversidad de áreas del conocimiento por lo que deben de incluir competencias cognitivas, sociales, de motivación y de habilidades de voluntad e introduce habilidades de pensamiento, de solución de problemas, de confianza, de competencia social, Hábitos y destrezas cognitivas. El problema radica en las mediciones de la competencia puesto que cada concepto desarrolla componentes diferentes que deben de ser validados con criterios de éxito adecuados. El termino competencia social está muy ligado a la cultura por lo que habilidades que en una cultura se consideren socialmente competentes puede que entren en contraposición en culturas diferentes. La educación intercultural tiene que tener muy en cuenta las diferentes habilidades sociales específicas de cada cultura.
Actualmente, disciplinas como las Ciencias Sociales, han introducido el término “Competencias clave” para conceptualizar competencias transdisciplinares útiles para actuar en diferentes situaciones. El concepto sigue siendo ambiguo como el de competencia y no existe acuerdo para identificarlas. En la literatura se mencionan las siguientes: Dominio oral y escrito, Conocimiento matemático, Comprensión lectora, Expresión escrita, Dominio de una lengua extranjera, Estrategias de aprendizaje, Competencias sociales, Pensamiento divergente y Juicio crítico. Aunque todavía no existen estudios fiables sobre si éstas se pueden adquirir a través de programas de capacitación y qúe tipo de metodología sería la adecuada. Aunque todavía no existen estudios fiables sobre si éstas se pueden adquirir a través de programas de capacitación y qúe tipo de metodología sería la adecuada.
Un concepto que considero bastante importante dentro de las metodologías educativas y que no puede obviarse en ningún proceso de Enseñanza-Aprendizaje es el de Metacompetencia. “Conocimiento acerca del propio conocimiento y la habilidad de juzgar la disponibilidad, uso y calidad de ser aprendidas de las competencias personales” (Nelson y Narens,1990) .Comparto la idea de Spinoza(1632-1677) “Saber algo también significa saber qué se sabe”. El conocimiento real de tu propio conocimiento te ayudará a tener un mejor desempeño en la resolución de conflictos, a dominar procesos de resolución de tareas difíciles, a buscar y elegir los caminos adecuados, a encontrar la información necesaria.
Conclusiones.
Independientemente de que el término Competencia sea tan amplio y por tanto resulte difícil llegar a una definición, el debate es necesario e interesante puesto que éste llevará a nuevos estudios empíricos que nos acerquen cada vez más a la elaboración de un marco conceptual.
Las sociedades multiculturales necesitan de una educación intercultural en donde se establezcan procesos formativos respetuosos con las diferencias. Un individuo socialmente competente será aquel que sea capaz de elaborar mecanismos de acción en diferentes contextos y para determinadas actividades. Es necesario por tanto poner en práctica metodologías que potencien el adiestramiento de habilidades, técnicas y estrategias cognitivas, metacognitivas y de capacitación social.
Un modelo educativo eficaz será aquel que capacite al alumno en la reflexión de su propio conocimiento (metacognición) y a través de él consiga un buen producto del aprendizaje (conocimiento). Aunque no existan instrumentos de medición adecuados para el estudio comparativo de indicadores del desempeño, las competencias clave y la metacompetencias deben de formar parte del currículum como parte complementaria del proceso de enseñanza- aprendizaje.
BIBLIOGRAFÍA.
Carabaña, J. (2006). El 'Informe PISA', mala guía para la LOE. El País, 06/03/06.
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Puig,J. y Hartz,B. Concepto de competencia y modelos de competencias de empleabilidad. (5/7/08)
_Puig_Hartz.pdf 6/7/08
Weinert,F.E. "Concepto de competencia: Una aclaración conceptual. Educación y Pedagogía. En Simone Rychen, D. y Hersh Salganik, L. Definir y seleccionar las
competencias fundamentales para la vida. pp. 94-124,
competencias fundamentales para la vida. pp. 94-124,
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